El pasado 3 de junio, el Archivo Municipal de Torrejón de Ardoz recibió una significativa aportación para la memoria histórica de la ciudad: un conjunto de documentos originales datados entre finales del siglo XIX y principios del XX, hallados por alumnos de 4º de ESO del IES Luis de Góngora en las ruinas de la antigua finca de Los Espinillos. Los documentos fueron oficialmente entregados al Ayuntamiento en un acto celebrado en el Salón de Plenos, presidido por el alcalde Alejandro Navarro Prieto.
La historia comenzó el 25 de octubre de 2024, cuando los estudiantes Víctor Bellón, Javier González y Alejandro Hernández, durante una salida en la zona de Los Espinillos, descubrieron entre los escombros cartas, documentos manuscritos y páginas de un libro de cuentas datadas entre 1906 y 1922. El material pertenecía al antiguo propietario de la finca, el teniente coronel de Caballería D. Enrique Allendesalazar y Gacitúa, quien adquirió la propiedad el 15 de septiembre de 1888 y fue una figura destacada en la historia local.
Tras el hallazgo, los alumnos, guiados por su profesora de Historia, Victoria Martín, decidieron entregar los documentos al Archivo Municipal para su correcta conservación y tratamiento, reconociendo su valor como patrimonio documental de la ciudad.
En el acto de recepción participaron también el concejal de Educación, Bienestar e Inmigración, Rubén Martínez, el director del IES Luis de Góngora, David Puerta, y el jefe de estudios Diego Carcelén, quienes acompañaron a los jóvenes protagonistas en este gesto de compromiso con la historia y la cultura local.
El alcalde Alejandro Navarro destacó la importancia del gesto: “Han demostrado un gran respeto y cariño por este legado documental y han querido hacernos partícipes de su gran hazaña, confiándonos este tesoro para su custodia, conservación y difusión entre los vecinos de la ciudad”.
Un legado con huella local
La finca Soto de Espinillos, epicentro de este hallazgo, fue adquirida por D. Enrique Allendesalazar y Gacitúa, quien posteriormente alcanzó el rango de general de brigada y fue nombrado hijo adoptivo de Torrejón en 1916. Vinculado a la agricultura y la ganadería, fundó la «Sociedad Española contra el Ganado Híbrido» y fue galardonado en certámenes nacionales e internacionales.
Su compromiso con la localidad fue tal que ofreció empleo a numerosos jornaleros torrejoneros, y la actual calle Enmedio llevó su nombre durante 63 años.
El Ayuntamiento ha agradecido públicamente la implicación del alumnado y del profesorado, y ha anunciado que los documentos serán analizados, digitalizados y puestos a disposición pública como parte del legado histórico de Torrejón.
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