Las Fiestas Populares de Torrejón de Ardoz 2025 han arrancado con polémica tras el reparto de invitaciones para el concierto gratuito de Melendi, uno de los platos fuertes de la programación, ya que es el concierto que cierra la edición de este año.
La indignación de los vecinos ha sido patente en redes sociales, donde numerosos vecinos han denunciado lo que consideran una “vergüenza” en el sistema de distribución de entradas.
Las principales quejas pasan por «la pérdida de tiempo» a la hora de hacer la cola virtual durante horas y quedarse finalmente sin su entrada gratuita o el hecho de que los que hayan comprado la entrada no hayan tenido ese problema. La cola virtual era de miles de personas apenas minutos más tarde de que se abriera el cupo y, ni dos horas después, ya se reportaba que estaban agotadas.
La frustración se ha hecho viral en redes sociales, donde vecinos expresan sentirse desplazados en sus propias fiestas:
Otra de las realidades a las que se han visto expuestos muchos vecinos es a tener que comprar las entradas porque las invitaciones están agotadas.
Además de la dificultad para conseguir las invitaciones, ha generado malestar el tope horario para acceder al Recinto de Conciertos, establecido a las 21:00 horas. Según varios comentarios, este límite impide a quienes terminan de trabajar más tarde o quieren incorporarse en mitad del espectáculo disfrutar del evento:
«¿Y nadie habla de los horarios que han puesto para acceder a los conciertos? Si quieres pasarte a las 22:30 a disfrutar un rato del concierto de tus fiestas patronales, olvídate. Nos tratan como a borregos».
«Acabar con la reventa ilegal»
Este nuevo sistema de reparto de invitaciones y venta de entradas responde al intento del consistorio torrejonero por evitar la reventa de las entradas que se había establecido en años anteriores.
Aunque también explicaron que, además de las entradas para empadronados, se ponían a la venta 12.000 entradas para no empadronados, con el objetivo de generar ingresos que permitan sufragar el coste de los conciertos.
Según el Ayuntamiento, esta medida permitía cumplir con los requisitos de muchos artistas nacionales e internacionales, que exigen cobrar entrada a un porcentaje mínimo de los asistentes.
Pese a las explicaciones, el sentimiento generalizado entre los vecinos es de descontento. Muchos consideran que, siendo las fiestas locales, los torrejoneros deberían tener garantizado su acceso antes de abrir la venta o reparto a personas de fuera.
La polémica se suma a una creciente tensión vecinal en torno a la gestión de grandes eventos y el acceso equitativo a los mismos.
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