Cuevas Bajas y Torrejón de Ardoz han celebrado la primera edición del Encuentro “Remanece”, una cita emotiva que reunió a vecinos de la localidad torrejonera originarios del municipio malagueño con una delegación institucional y educativa de Cuevas Bajas. El acto tuvo lugar el pasado 10 de julio en La Caja del Arte y contó con la presencia del alcalde de Torrejón de Ardoz, Alejandro Navarro.
La iniciativa, que busca reforzar los lazos culturales y emocionales entre ambas ciudades, contó también con la participación del alcalde de Cuevas Bajas, Manuel Lara, su concejal de Educación, Cultura, Festejos y Turismo, Juan José Lara, y los siete estudiantes con mejor expediente académico de segundo de secundaria del municipio andaluz.
El alcalde torrejonero entregó una placa conmemorativa a su homólogo cueveño como símbolo de esta unión, destacando el papel que jugó la emigración en los años 60, cuando numerosos vecinos de Cuevas Bajas se trasladaron a Torrejón de Ardoz en busca de un mejor futuro, impulsados por el desarrollo de la Base Aérea y el crecimiento industrial.
“Hace 60 años, centenares de cueveños llegaron a nuestra ciudad y formaron parte del gran salto que dio pasando de ser un pueblo a la ciudad que es hoy”, recordó Navarro, quien también felicitó al Ayuntamiento de Cuevas Bajas y a los impulsores del proyecto “por su idea y su entusiasmo”, señalando que ambas localidades “somos ya municipios hermanos, con una historia común y, a buen seguro, con un futuro brillante”.
Además, este encuentro será plasmado en un documental que ha sido grabado en lugares emblemáticos de la ciudad como el Parque Europa, la Iglesia San Juan Evangelista y la propia Caja del Arte.
A través de los testimonios de cueveños de distintas generaciones, el proyecto recoge la conexión emocional que mantienen con su tierra natal a pesar del paso del tiempo y la distancia.
Los primeros contactos institucionales entre ambos municipios comenzaron en 2024 y han dado lugar a este encuentro y a los pasos iniciales hacia un posible hermanamiento. Actualmente, más de un centenar de familias cueveñas residen en Torrejón de Ardoz, donde continúan celebrando tradiciones y regresando periódicamente a Cuevas Bajas, conservando así sus raíces culturales.
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