El filial del Rayo Vallecano logró este fin de semana una trabajada clasificación para una de las finales por el ascenso a Segunda RFEF tras imponerse por 3-2 en la prórroga a la AD Torrejón en un partido disputado en la Ciudad Deportiva del club franjirrojo. Sin embargo, el resultado quedó en parte empañado por las controversias extradeportivas que rodearon al encuentro, tanto antes como después del pitido final.
El equipo torrejonero ya había expresado su malestar en los días previos al duelo por la escasa disponibilidad de entradas para su afición. Solo 90 localidades fueron puestas a disposición del conjunto visitante, lo que generó críticas y frustración entre los seguidores y la directiva de la AD Torrejón.
Tras la derrota, el club rojillo publicó un comunicado en sus redes sociales en el que felicitaban deportivamente al Rayo por su victoria, aunque no sin añadir duras palabras respecto al contexto del partido: «Lo intentamos todo, fuimos superiores en muchas fases del partido, pero el Rayo estuvo más afinado de cara a portería. Enhorabuena al Rayo por la victoria… pero como hay que contarlo todo… ahora se entiende mucho más que nuestros aficionados no hayan podido ir al estadio».
En el mismo comunicado, la AD Torrejón denunció un incidente grave ocurrido durante el descanso del encuentro: «En el descanso, el señor Martín Presa agredió físicamente a uno de nuestros jugadores, con policías de testigos. Y esto no es una pataleta de perdedor, son los hechos. Tuvimos todo en nuestra contra».
El Rayo asegura que el agredido fue Martín Presa
Ante estas acusaciones, el Rayo Vallecano de Madrid SAD emitió un comunicado oficial para aclarar su versión de los hechos. En primer lugar, justificó la limitación de entradas visitantes por la imposibilidad de disputar el partido en el Estadio de Vallecas, ya que actualmente se encuentra en obras de adecuación derivadas de la Inspección Técnica de Edificios (ITE). Según el club madrileño, el partido se trasladó a la Ciudad Deportiva, un recinto con aforo mucho más reducido.
El Rayo aseguró que, a pesar de estas circunstancias, se asignó a la AD Torrejón un porcentaje superior al 10% del aforo, lo que obligó incluso a dejar fuera del encuentro a numerosos abonados locales. Además, lamentó que la directiva del equipo visitante renunciara a ocupar los asientos reservados en el palco de autoridades y optara por presenciar el partido desde la zona de la afición visitante.
En cuanto al incidente denunciado en el descanso, el Rayo ofreció una versión diametralmente opuesta. Según su comunicado, fue el jugador de la AD Torrejón, Jaime Alcolado Alhambra, quien agredió físicamente al presidente rayista por la espalda, zarandeándolo, golpeándole y rompiéndole la camisa, tras una discusión iniciada por el capitán torrejonero, Ignacio Gómez, que supuestamente increpó verbalmente a Presa por el tema de las entradas. El club asegura que hay testigos del altercado y que el propio presidente ya ha interpuesto una denuncia ante la Policía Nacional. Además, advierte que se reserva el derecho a emprender acciones legales por las declaraciones de la AD Torrejón y por lo recogido en el acta del encuentro.
Desde la dirección rayista subrayan su deseo de que estos «desagradables acontecimientos» no empañen el logro deportivo del filial y piden centrarse en el objetivo inmediato: conseguir el ascenso a Segunda RFEF en la final que les espera en las próximas semanas.