El Pleno municipal celebrado este miércoles estuvo marcado por un fuerte clima de tensión y una amplia asistencia vecinal. El salón de plenos se llenó con vecinos incluso quedando fuera por falta de aforo para seguir el debate de dos mociones impulsadas por el PSOE de Torrejón, centradas en la reforma de la tasa de basuras y en las demandas del Barrio del Castillo respecto al trazado de la Ronda Sur.
Rechazada la propuesta socialista para una tasa de basuras alternativa
El grupo socialista presentó una moción propositiva para sustituir el actual modelo de tasa de residuos, de unos 180 euros de media, por un sistema “más justo fiscalmente y más sostenible medioambientalmente”.
La propuesta planteaba que la cuantía se calculase en función del número de personas empadronadas en cada vivienda y del tipo de actividad en el caso de locales comerciales, además de incorporar bonificaciones para familias vulnerables y para quienes reciclen adecuadamente. Según el PSOE, estas medidas podrían reducir hasta en un 50% el coste actual.
El portavoz socialista, Javier Castillo, insistió también en la necesidad de eliminar recargos a quienes solicitan el pago fraccionado y de permitir la agrupación de impuestos municipales para facilitar el abono a las familias con menos recursos.
El equipo de Gobierno del PP rechazó la iniciativa mediante una enmienda a la totalidad aprobada únicamente con sus votos, manteniendo así el esquema vigente de la tasa. Durante la votación, el público presente expresó su desacuerdo con abucheos tras las alusiones del PP al Gobierno central como responsable del coste actual.
Malestar vecinal por el trazado de la Ronda Sur
La segunda moción debatida estuvo centrada en las reivindicaciones de la Asociación de Vecinos del Barrio del Castillo, preocupados por la construcción del Sub-Tramo 3 de la tercera fase de la Ronda Sur.
Según denunciaron, el trazado previsto discurre a escasos metros de sus viviendas, lo que ya ha provocado la aparición de grietas en algunas fachadas y genera temor por el impacto del tráfico previsto, que superaría los 50.000 vehículos diarios, incluidos pesados.
El PSOE solicitó al Gobierno local negociar un cambio de trazado que aleje la vía unos metros de las viviendas, subrayando que los vecinos no rechazan la infraestructura, sino su proximidad. Castillo reclamó al alcalde “agotar todas las posibilidades” y dialogar con el Ayuntamiento de San Fernando para buscar alternativas que compatibilicen la mejora de movilidad con la calidad de vida en el barrio.
El alcalde, Alejandro Navarro (PP), descartó la posibilidad de modificar el proyecto, calificando el cambio como “muy complicado” y argumentando que la propuesta vecinal “va en contra del interés general”. Sus palabras generaron una fuerte reacción del público asistente, que respondió con abucheos y protestas hacia el Gobierno local.
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