Un año más, el cine en su formato corto estará presente en las pantallas de toda la Comunidad de Madrid, para que se pueda disfrutar de toda la magia del cine en la pantalla grande, y este año de una manera muy especial. Y es que, si todos los certámenes de la Semana del cortometraje son importantes, esta edición con más motivo, ya que se celebra la XXV edición de esta prestigiosa muestra de cortometrajes, una de las más relevantes de las que llevan a cabo a lo largo de toda la geografía española.
Porque un año más, la Comunidad de Madrid muestra su compromiso con los creadores mediante el apoyo al fascinante mundo de los cortometrajes, inagotable cantera y una celebración del talento, de la diversidad y de la sensibilidad de nuestros cineastas.
La Semana ofrece también una selección de los mejores cortometrajes internacionales, una programación especial de cortometrajes para los municipios de toda la Región.
En Torrejón de Ardoz, la cita será el jueves, 23 de noviembre, a las 19:00 horas en la Casa de la Cultura. La entrada es libre hasta completar aforo.
Cortometrajes de la Casa de la Cultura
Cuentas divinas
Mónica es una mujer normal con una vida normal en un lugar cualquiera de estos tiempos modernos. Sin embargo, un buen día, por un detalle sin importancia que podría haberse solucionado como cualquier otra desavenencia previa, mata a su marido. Descubre así el crimen como sustituto de los ansiolíticos, la liberación de todo moralismo.
Malegro Verte
Una mujer paya empresaria de éxito y una mujer gitana que vive en la precariedad se encuentran en los baños de un lujoso centro comercial. Son amigas de la adolescencia y no se ven desde hace veinte años.
Los 30 (no) son los nuevos 20
David ha cumplido los temibles 30 y lo celebra de una forma diferente: con sus amigos en el pueblo, pero también con algunos actores y un equipo de rodaje. A pesar de las ganas de juntarse, la distancia y los años lo han cambiado todo. La fiesta termina por convertirse en un manifiesto de la generación millenial.
Me llaman chino
Chino es un joven que -como un lobo y contra su instinto- quiere abandonar su manada. Pero primero deberá aceptar que forma parte de ella.
Una amiga
Lucía lleva a Paloma por primera vez a la casa de campo de su familia. Durante el fin de semana, Rubén, el hermano de Lucía, aparece inesperadamente con su novio. Como Lucía no acepta públicamente su condición sexual, Paloma se ve obligada a fingir, una vez más, que sólo son amigas.
Vivir en un mar bravo
La vida de Carmen siempre ha sido una comedia quijotesca: vivir una guerra civil, ser monja, construir una nueva vida, divorciarse en una sociedad conservadora, tener varios amantes y, sobre todo, no seguir nunca órdenes. Ahora, tras 86 años de aventuras, Carmen se dispone a preparar su suicidio.
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