El 27 de diciembre, en un pleno extraordinario celebrado entre Navidad y Fin de Año, se trataron tres cuestiones vitales para la ciudadanía: la aprobación definitiva de los presupuestos, la liquidación de la EMVS y las ordenanzas con las modificaciones de las tasas.
Más Madrid Torrejón presentó varias alegaciones basadas en los informes técnicos que denunciaban los problemas de este presupuesto. “La práctica habitual de este ayuntamiento es elaborar primero el Presupuesto de Gastos y con base en eso cuadran el de Ingresos, de modo que estos acaban siendo inflados para ser cuadrados a capón”, aseguró Ruth Grass, concejala portavoz del grupo mixto-Más Madrid.
“Este presupuesto ya nace con déficits, como los del capítulo 1 de gastos personal, y no tiene en cuenta la última operación de endeudamientos de 8 millones que acaban de realizar para poder pagar las nóminas de los empleados y a los proveedores. Lamentamos que no hayan aceptado ninguna de nuestras alegaciones”, señaló.
El segundo punto trataba sobre la aprobación de la disolución de la EMVS, empresa municipal que se encuentra en quiebra técnica. “El equipo de gobierno puede utilizar todos los eufemismos que quiera y decir que no se encuentra en quiebra, sino que se encuentra en estado de insolvencia”, denunció Grass.
“La realidad es que esta es la crónica de una muerte anunciada. Llevamos años denunciando la pésima situación económica de la EMVS. Desde que tuvimos acceso a la información en el año 2015, teníamos claro que la empresa estaba en quiebra, y ustedes, para no reconocer el fracaso de su gestión, lo único que han hecho ha sido inyectarle ingentes cantidades dinero de fondos públicos, y no sólo no han sido capaces de reflotarla, sino que han agravado aún más su situación, provocando todavía más deudas que tendrá que asumir la ciudadanía”, intervino.
“Sólo en las dos últimas promociones inmobiliarias las pérdidas han superado los 5 millones de euros, a pesar de estar todas las viviendas vendidas y haberles regalado el suelo municipal”, afirma la potavoz de Más Madrid.
El último punto fue el de la modificación de los impuestos y tasas, en los que Más Madrid presentó dos alegaciones. En la primera, Más Madrid exigía el cumplimiento de la promesa electoral de la presidenta de Isabel Díaz Ayuso de rebajar la tasa de plusvalía. “Teniendo en cuenta que el gobierno del PP había actualizado los coeficientes al tipo máximo permitido la ley, solicitamos que el tipo impositivo fuera rebajado un 10%, pero no fue aceptada”, aseveró.
“En nuestra segunda alegación solicitábamos que dejaran sin efecto la modificación arbitraria y carente de rigor de la tasa de ocupación de terrenos con mesas y sillas, que modificaba el callejero para que los negocios hosteleros del barrio del Juncal y Mancha Amarilla pagaran más del doble por cada módulo (una mesa y cuatro sillas) de sus terrazas”, añadió.
Y recordó: “Tras un tenso debate con el concejal de Hacienda, que pretendía que retiráramos los argumentos por los que recurríamos esta ordenanza, el alcalde solicitó un receso de 5 minutos, tras el cual Maros López, concejal de Hacienda, presentó una enmienda in voice aceptando nuestra alegación y dejando sin efecto la modificación del callejero”.
“Todo parece indicar que ni siquiera habían leído nuestras alegaciones. Cuando vieron su metedura de pata y las consecuencias que iba a suponer su ordenanza, no tuvieron más remedio que aceptar nuestra alegación”, concluyó Ruth Grass.
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